GUERRA DE TRINCHERAS. Poco efectivos los spots de AMLO

EL SEXTANTE


Por ADOLFO GONZÁLEZ

“La verdad se difunde a paso de tortuga, el rumor se esparce con la velocidad de una liebre”
Anónimo

Tenemos la nueva medición de SABA Consultores, correspondiente al 28 de agosto. Y la noticia principal es que la opinión pública mexicana permanece en sus posiciones. Nada cambia, nada afecta. Todas las sensaciones descritas en días pasados ​​sobre la ausencia de reacción, como si el público estaba vacunado contra la corrupción que se exhibe a la vista de todos, se confirmaman. De modo que, por ahora, no hay consecuencias para ninguno de los protagonistas políticos de México, ni actuales, ni pasados. Se admite algún matiz, por ejemplo, en cuanto a la atención prestada por los ciudadanos según qué hechos. El “Top of mind” de acontecimientos deja claro que el “caso Lozoya” permanece en la mente de los ciudadanos con mucha más intensidad que el video de Pío López Obrador, que no es mencionado de forma directa,

Esto, a mi modo de ver, es un tanto a favor de la estrategia propagandística del gobierno de AMLO. Diremos AMLO, todavía hoy, sin que nos cobren, ya que la última gansada del Presidente y de la “primera dama” es registrar sus nombres como marca comercial, según indican documentos publicados en medios la pasada semana. Lo que puede parecer en primera instancia una ridiculez, tiene muchas lecturas, a cual más inquietante. Registrar como marca, susceptible de royalties, el nombre de un servidor público, es algo creo sin precedentes, y ruego me corrijan si me equivoco. Pero lo peor no sería que nos cobraran o no por nombrar a Beatriz y Andrés Manuel, sino la sacralización vía administrativa de tomar el nombre del diosecillo político de turno en vano. El intento, sin rubor, de hacer tabú ponerse en la boca (o en la pluma) lo que el cura en la pila bautismal dio por gracia a la feliz pareja que quiso alejarse de los lujos de Los Pinos para irse a malvivir al discreto Palacio Nacional. Ese anecdótico trámite, que apenas ha generado polémica, abre la puerta, y ojalá me equivoque, a la censura inmisericorde en redes sociales y en prensa, y al blindaje ante cualquier tipo de crítica, con el simple respaldo administrativo de un registro de marca. Para morirse de risa, si no fuera vergonzoso. Es la elevación a la necesidad del “ya sabes quién”. Es el culto a la personalidad legalizado y rubricado. Por eso, antes de que nos cobren, aprovechen, y digan AMLO, AMLO, AMLO, Beatriz, Beatriz, Beatriz. Porque puede que en breve tengamos que usar todos sujetos elípticos cuando queramos poner en nuestras sucias mientes los nombres de los residentes en el Olimpo del Zócalo. Andrés Manuel quiere ser trascendente mediante su conversión y la de su esposa en inefables. Serán tan excelsos que no podrán ser descritos con palabras. Toda opinión se convertirá en rumor, porque ninguna podría nombrar directamente al poderoso Yahvé de Macuspana.

Y es que a AMLO le encantan los rumores, y le funcionan. Decía el villano nazi de “Bastardos sin gloria”, el Coronel Landa, tan magníficamente interpretado por Christoph Waltz, que le encantaban los rumores, porque los hechos pueden ser ciertos o no, y por tanto engañosos: pero los rumores siempre eran muy reveladores. La grosera estrategia del rumor está siendo suficiente para hacer efectivas las múltiples cortinas de humo que, día tras día, levanta el gobierno de López Obrador. La política comunicativa del Gobierno Federal, basada en la saturación, da frutos neutros, que probablemente sea el mal menor que se pretende, dado que el presidente conserva, casi momificado, su porcentaje de aprobación. Esta “guerra de trincheras” se mantiene con las posiciones de ambos bandos completamente estables, más allá de los pírricos avances de apenas unos metros que acto seguido son recuperados por el enemigo sin mayor daño. Los dos boxeadores siguen abrazándose, pero AMLO gana a los puntos. Mantiene en absoluta estabilidad sus valores de aprobación y desaprobación, e incluso mejora en calificación. Esto último fruto de un descenso de las calificaciones bajas, una pérdida mínima de fuelle de sus detractores, pero favorecida por sus sectores más duros: los de más edad, los de menos estudios, los que trabajan en el hogar y quienes no acceden a internet . En los indicadores partidistas, sucede lo mismo. No hay cambios en la identificación, donde el PRI incluso ha mejorado visiblemente desde el inicio del “caso Lozoya”. Y, en intención de voto, todo sigue igual. Con la salvedad de una noticia importante: una alianza “antiamlo” sí funcionaría para, al menos, igualar fuerzas en la contienda del año próximo. Pero todo ello se podía atisbar antes de los escándalos por corrupción, los cuales, por ahora, arrojan resultados nulos en cuanto a la opinión pública. Zepeda Patterson, portavoz de la “disidencia oficial” de la 4T, que por lo tanto tiene de disidencia lo que Lozoya de honrado, expone hace pocos días en “El País” que “los errores y los videos no bastan”. Ah, no, bueno. Desde luego es una forma hábil de trasladar la pelota al tejado de enfrente. La tesis de Zepeda, y en eso no le falta razón, se basa en la ausencia de un proyecto alternativo en la oposición. La referida alianza cuya máxima aspiración sería igualar fuerzas con Morena no presenta, por ahora, proyecto político alguno, más allá de agitar el fantasma de López, que fue justo lo que, a la inversa, hizo el propio López durante muchos años. Si todo queda en un “quítate tú para que me ponga yo” o en un “vamos a repartir de igual a igual”, pobre México. No dejaré de conceder al mazatleco todo eso, pero no podemos olvidar que lleva mucho tiempo barriendo las huellas de su connivencia con cuanto gobierno ha precedido al actual, muy en la línea editorial del periódico que le da cobijo, experto en supervivencias. Y además, basta seguir sus razonamientos en el mismo artículo para darse cuenta de que, finalmente, desembocan en culpabilizar a la industria alimentaria de las graves consecuencias que el Covid19 está teniendo en México. Con la larga lista demagógica de lugares comunes sobre el neoliberalismo, respaldando lo afirmado por Gatell y exonerándolo de la nefasta gestión de la crisis. En la que, según los datos de SABA Consultores, la terrorífica cifra de un 28% de las familias mexicanas afirman haber perdido algún ser querido. La culpa es de la Coca-Cola.

La palabra “rumor” viene del latín “rumorem”, que significa “ruido”. Los rumores, como al Coronel Landa, le encantan al Presidente López. Al cabo, ese ruido de fondo que permanentemente provocan AMLO y sus adláteres es un inmejorable foco de distracción, y recientemente se ha recrudecido en un largo trabajo artillero de preparación antes del próximo Informe de Gobierno, para allanar el camino del Presidente. Afirma el Dr. Salvador Borrego que los resultados son pobres para tan mastodóntica campaña. Estoy de acuerdo con esa tesis, pero sólo en parte. Visto desde otra perspectiva, también podemos considerar que no es poco fruto el hecho de mantener firme y estable la aprobación de Andrés Manuel tras la nefasta gestión de la pandemia, o el fracaso de la política económica y la ausencia de medidas visibles contra la galopante crisis . Las proyecciones económicas son nefastas, y no cabe más que ser asaltados por la duda de si el optimismo gubernamental es sólo una farsa o simple incompetencia, y cualquiera de las dos opciones es más que inquietante. Amén de la multitud de errores públicos de Andrés Manuel, y de la persistente inseguridad. Esta última, por cierto, sigue siendo una de las principales preocupaciones del ciudadano, junto con la pandemia y la economía, y muy por delante de la corrupción. Más aún, tampoco le golpea en absoluto el video de Pío, el sonrojante video, que además de presagiar la existencia de más pruebas visuales comprometedoras, debería ser cuando menos motivo de sospecha entre sus seguidores de que AMLO, en ese aspecto, no es muy distinto a sus predecesores. y no cabe más que ser asaltados por la duda de si el optimismo gubernamental es sólo una farsa o incompetencia simple, y cualquiera de las dos opciones es más que inquietante. Amén de la multitud de errores públicos de Andrés Manuel, y de la persistente inseguridad. Esta última, por cierto, sigue siendo una de las principales preocupaciones del ciudadano, junto con la pandemia y la economía, y muy por delante de la corrupción. Más aún, tampoco le golpea en absoluto el video de Pío, el sonrojante video, que además de presagiar la existencia de más pruebas visuales comprometedoras, debería ser cuando menos motivo de sospecha entre sus seguidores de que AMLO, en ese aspecto, no es muy distinto a sus predecesores. y no cabe más que ser asaltados por la duda de si el optimismo gubernamental es sólo una farsa o incompetencia simple, y cualquiera de las dos opciones es más que inquietante. Amén de la multitud de errores públicos de Andrés Manuel, y de la persistente inseguridad. Esta última, por cierto, sigue siendo una de las principales preocupaciones del ciudadano, junto con la pandemia y la economía, y muy por delante de la corrupción. Más aún, tampoco le golpea en absoluto el video de Pío, el sonrojante video, que además de presagiar la existencia de más pruebas visuales comprometedoras, debería ser cuando menos motivo de sospecha entre sus seguidores de que AMLO, en ese aspecto, no es muy distinto a sus predecesores. Amén de la multitud de errores públicos de Andrés Manuel, y de la persistente inseguridad. Esta última, por cierto, sigue siendo una de las principales preocupaciones del ciudadano, junto con la pandemia y la economía, y muy por delante de la corrupción. Más aún, tampoco le golpea en absoluto el video de Pío, el sonrojante video, que además de presagiar la existencia de más pruebas visuales comprometedoras, debería ser cuando menos motivo de sospecha entre sus seguidores de que AMLO, en ese aspecto, no es muy distinto a sus predecesores. Amén de la multitud de errores públicos de Andrés Manuel, y de la persistente inseguridad. Esta última, por cierto, sigue siendo una de las principales preocupaciones del ciudadano, junto con la pandemia y la economía, y muy por delante de la corrupción. Más aún, tampoco le golpea en absoluto el video de Pío, el sonrojante video, que además de presagiar la existencia de más pruebas visuales comprometedoras, debería ser cuando menos motivo de sospecha entre sus seguidores de que AMLO, en ese aspecto, no es muy distinto a sus predecesores.

Que todo ello no genere un desgaste en AMLO es un tanto evidente a favor de su estrategia propagandística. Sea por la tozudez de los seguidores de Andrés Manuel, que parece necesitar escasa habilidad para desviar la atención al gusto de sus intereses, o sea también por la inoperancia política de sus adversarios y la escasa altura moral de estos, cuyos antecedentes de corrupción son deleznables , la realidad es que el Presidente no recibe ni un rasguño, y con eso, por ahora, le basta.

Pero sí debo estar de acuerdo con el Dr. Borrego en que, con toda la maquinaria de propaganda y difusión de la que dispone el gobierno, con los spots del informe en ciernes, con toda la artillería desplegada, y con las acusaciones de Lozoya contra los más altos mandatarios de plena actualidad, tampoco obtuvieron desgaste ni deterioro alguno en sus adversarios. A lo más, podemos considerar que Peña, Calderón y Fox presentan avisos como peores políticos, pero a costa de un descenso en esa consideración de Salinas de Gortari. Una magra cosecha para tanto esfuerzo, si consideramos que una alianza contra Morena alcanzaría un empate técnico. Pero les invito a ir más allá. Si en esta guerra de trincheras los resultados siguen siendo nulos, mucho es de temer que, habiendo pruebas contra todos, esto no pase de dos perros levantando el labio y enseñándose los dientes, y pronto asistamos al vergonzoso cabildeo habitual. Y que ese sea el verdadero fin de los aparentes combates, dominados por los rumores y no por las certezas. Si los seguidores de AMLO siguen siendo así de condescendientes con sus “errores”, como si estuviera en un curso de la Prepa y no rigiendo los destinos de 126 millones de personas, el Presidente tendrá las manos libres para eso y mucho más, y los ciudadanos tendrán cada vez más atadas. Por si acaso, diré por tres veces: AMLO, AMLO, AMLO. Antes de que los censores del estado me quieran cobrar por nombrar al nuevo dios. Si los seguidores de AMLO siguen siendo así de condescendientes con sus “errores”, como si estuviera en un curso de la Prepa y no rigiendo los destinos de 126 millones de personas, el Presidente tendrá las manos libres para eso y mucho más, y los ciudadanos tendrán cada vez más atadas. Por si acaso, diré por tres veces: AMLO, AMLO, AMLO. Antes de que los censores del estado me quieran cobrar por nombrar al nuevo dios. Si los seguidores de AMLO siguen siendo así de condescendientes con sus “errores”, como si estuviera en un curso de la Prepa y no rigiendo los destinos de 126 millones de personas, el Presidente tendrá las manos libres para eso y mucho más, y los ciudadanos tendrán cada vez más atadas. Por si acaso, diré por tres veces: AMLO, AMLO, AMLO. Antes de que los censores del estado me quieran cobrar por nombrar al nuevo dios.

Ni con spots se fortalece AMLO

Convención Nacional Democrática

MARCO SIFUENTES

27.08.2020 / 08: 27

En “Así mueren las demócratas”, Levinsky y Ziblatt afirman que la oposición venezolana “convocó una huelga general indefinida en diciembre de 2002, con el objeto de paralizar el país hasta forzar la dimisión de Chávez. La huelga se prolongó dos meses y se calcula que costó a Venezuela unos cuatro mil quinientos millones de dólares, y acabó fracasando.

“A continuación, las fuerzas contrarias a Chávez boicotearon las elecciones legislativas de 2005, cosa que no hizo más que permitiría a los chavistas hacerse con el control del Congreso. “Las estrategias fueron contraproducentes. No solo no consiguieron derribar a Chávez, sino que además erosionaron el apoyo público a la oposición, permitieron a Chávez etiquetar a sus adversarios de antidemócratas y brindaron al gobierno una excusa para purgar el ejército, la policía y los tribunales, arrestar o exiliar a la disidencia y clausurar los medios de comunicación independientes.

“Debilitada y desacreditada la oposición, no estuvo en disposición de frenar la caída subsiguiente del régimen en el autoritarismo”.

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Mientras que en Colombia: “Uribe, elegido en 2002 intentó apoderarse (sic) del poder al estilo de Chávez. Su administración calificó una crítica de subversiva y de terrorista, espió a miembros de la oposición y periodistas, intentó debilitar la magistratura y en dos ocasiones buscó modificar la constitución para gobernar durante un mandato adicional. Pero a diferencia de lo sucedido en Venezuela, en Colombia la oposición no intentó derribar a Uribe por medios extraconstitucionales. En lugar de ello, tal como demuestra la politóloga Laura Gamboa, centró sus esfuerzos en el Congreso y los tribunales. Ello hizo que a Uribe le resultará más difícil poner en entredicho las credenciales democráticas de sus adversarios o justificar la adopción de medidas drásticas contra ellos. A pesar de los abusos de Uribe, no se produjo una guerra institucional al estilo de Venezuela y las instituciones democráticas del país no se vieron amenazadas. En febrero de 2010, la Corte Constitucional dictaminó que la postulación de Uribe para un tercer mandato era inconstitucional y lo obligó a abandonar la presidencia concluido su segundo mandato.

“La lección que debe inferirse es la siguiente: si existen canales institucionales, los grupos de la oposición deben utilizarlos”.

De cara al 21, he venido insistiendo sobre la necesidad de celebrar una Gran Convención Nacional Democrática que coaligue todos los esfuerzos de las y los mexicanos y sus organizaciones que se precien de ser demócratas, incluyendo partidos políticos, gobernadores, alcaldes, legisladores, organismos empresariales y productivos, universidades, y sociedad civil, de la cual se desprenda el Acuerdo Nacional “Otro México es posible”, que trascienda el fracaso lopezobradorista, sin pretender una restauración del pasado régimen, sino más bien la consolidación democrática definitiva del país.

Evitando caer en manos de tibios, mezquinos y mediocres que la lleven al fracaso, esta propuesta apunta a ser el símbolo inequívoco del principio del fin del régimen autoritario y fallido autodenominado la 4T.

DERECHOS RESERVADOS © GRUPO MILENIO 202

https://www.milenio.com/opinion/marco-sifuentes/columna-marco-sifuentes/la-opcion-de-la-oposicion-a-la-cuarta-transformacion

En 2020 se acabarán los “guardaditos” del país: Arturo Herrera

El secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez, anunció un recorte en el Presupuesto de Egresos de la Federación, que enviará a la Cámara de Diputados a más tardar el próximo 8 de septiembre

Foto: Adriana Hernández/EL UNIVERSAL 

NACIÓN  29/08/2020  11:50  Horacio Jiménez  Actualizada  11:58 

    

MÁS INFORMACIÓN

Baja recaudación marca arranque de segundo semestre

Al advertir que México tendrá que lidiar con las crisis gemelas más severas del último Siglo, es decir, la sanitaria y la económica, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez mostró un panorama desalentador para nuestro país y los estados en el 2021, pues explicó que en este año tuvimos tres amortiguadores que absorbieron el impacto del Covid y fueron: las coberturas del precio del petróleo, los fondos para los choques económicos y los “guardaditos” que tenía el gobierno.

Pero advirtió que todos esos recursos, es decir, los fondos de Estabilización de los Ingresos Presupuestales y el de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas; así como la mayor parte de los guardaditos van a ser utilizados este año; y en el 2021 ya no va a haber “ese colchón” ni “esos guardaditos”, además de que el precio de las coberturas petroleras va a ser menor en 22% que en las de este año.

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Al participar en la reunión plenaria de los diputados de Morena, Arturo Herrera también habló de otra restricción para la economía mexicana, que es la contratación de deuda, pues pronosticó que el PIB va a caer y aunque nuestro país no está contratando más deuda, la valuación de ésta va a aumentar por el componente de que está solicitada en otra divisa.

“Entonces eso puede hacer que la deuda aumente… no sé, entre 7 y 10 puntos del PIB, entonces no vamos a tener espacio para pedir mucho más y más bien vamos a tener que empezar a poner a la economía en una trayectoria descendente”.

En este sentido, el encargado de las finanzas públicas, anunció un recorte en el Presupuesto de Egresos de la Federación, que enviará a la Cámara de Diputados a más tardar el próximo 8 de septiembre, y dijo que habrá menos recursos que los que se solicitaron en este 2020 y en cuando menos los últimos años fiscales.

“Van a enviar un Presupuesto que sea muy cuidadoso, prudente y muy responsable y que va a requerir la comprensión y la solidaridad de muchos porque recursos en el Presupuesto va a haber menos en los que mandamos este año y en lo que había cuando menos en dos años fiscales anteriores”, agregó.

FUENTE:https://www.eluniversal.com.mx/nacion/en-2020-se-acabaran-los-guardaditos-del-pais-arturo-herrera

El presidente de México muestra cómo no manejar un escándalo

Teatro de la integridad
 

Más que fortalecer las instituciones para combatir la corrupción, Andrés Manuel López Obrador es grandilocuente

Líderes Edición del 29 de agosto de 2020

29 de agosto de 2020

Tlas alegaciones no han sido probadas pero son impresionantes. En una declaración de 63 páginas, divulgada el 19 de agosto, Emilio Lozoya, quien fuera jefe de Pemex, la petrolera estatal de México, acusa de corrupción a 17 mexicanos prominentes. Según Lozoya, Enrique Peña Nieto, presidente en 2012-18, se benefició del pago de millones de dólares por parte de Odebrecht, una constructora brasileña que ha sobornado a funcionarios en toda América Latina. El dinero financió su campaña electoral y persuadió a los legisladores a votar por reformas energéticas (ver artículo). El gobernador de Veracruz le dio un Ferrari, dice Lozoya. Felipe Calderón, el predecesor de Peña, supervisó los tratos corruptos entre Pemex y Braskem, una empresa petroquímica en parte de Odebrecht. Lozoya señala a dos candidatos en las elecciones presidenciales de 2018.

El presidente Andrés Manuel López Obrador lo ve como una reivindicación. amlo, como se le conoce, ha sostenido durante mucho tiempo que la pobreza y la desigualdad son culpa de un “régimen corrupto”. Obtuvo una victoria aplastante en 2018 al jurar no solo reducir la corrupción sino, inverosímilmente, eliminarla.

Si hablaba en serio, daría un paso atrás y permitiría una investigación exhaustiva e imparcial de los cargos del Sr. Lozoya, seguida de juicios. Eso proporcionaría un modelo para castigar la corrupción y desalentar futuras irregularidades. Por tanto, el escándalo podría marcar un punto de inflexión en la lucha perdida de México contra el soborno. Eso es lo que amlo dice que quiere, pero parece poco probable. Preferiría ganar aplausos por denunciar el fraude que construir las instituciones para investigarlo, castigarlo y prevenirlo.

Algunas de esas instituciones ya están en funcionamiento, gracias al Sr. Peña, de todas las personas. Estableció un “sistema anticorrupción”, que analiza un fiscal general separado del poder ejecutivo, un fiscal anticorrupción y una función de supervisión para las ong. Sin embargo, su gobierno se aseguró de que el nuevo aparato no funcionara correctamente, paralizando las citas y bloqueando las investigaciones. Y amlo lo ha hecho un poco mejor. El fiscal general, Alejandro Gertz, es un aliado político (fue asesor de seguridad de amlo durante la campaña electoral). Gertz eligió un fiscal anticorrupción sin hacer una convocatoria pública de candidatos. El año pasado, el presupuesto de la Fiscalía fue el monto más bajo asignado desde 2008.

En el caso de Lozoya, estos funcionarios parecen espectadores. El presidente planea celebrar un referéndum sobre si los ex presidentes deben ser procesados, de hecho, entregando el trabajo de los fiscales a los votantes. Eso es incompatible con el estado de derecho. También mostró un video de funcionarios contando efectivo en su conferencia de prensa matutina y se filmó a sí mismo hojeando el expediente de Lozoya mientras ofrecía un comentario continuo. Tal grandilocuencia contrasta con las investigaciones anti-soborno Lava Jato (Car Wash) en Brasil, que fueron realizadas por jueces y fiscales independientes, y persiguieron a tres ex presidentes.

Pocos cuestionan la probidad personal de amlo, y su gobierno ha sido menos propenso a los escándalos que sus predecesores. Pero de alguna manera puede estar fomentando la corrupción. amlo recortó los sueldos de los altos funcionarios, aumento su tentación de buscar recompensas. La proporción de mexicanos que dicen haber pagado sobornos aumentó en un 7.5% entre 2017 y 2019, y la cantidad promedio de sobornos que pagaron aumentó en un 70%, según una encuesta oficial.

Poco después de que saliera a la luz el testimonio de Lozoya, apareció un video del hermano de amlo aceptando bolsas de dinero en efectivo en 2015 de un funcionario del estado de Chiapas para apoyar a Morena, el partido político de amlo. Por supuesto, el asunto debe investigarse, dijo amlo. Insistió en que no hay comparación entre las fechorías de gobiernos pasados ​​y cualquier cosa que Morena pudiera haber hecho.

Sus palabras suenan huecas. Limpiar México requiere la creación de instituciones independientes y eficaces. Esto puede ser más lento y aburrido que el alarde presidencial, pero es mucho más probable que funcione. México necesita el estado de derecho, no un hombre fuerte. 

Fuente:https://www.economist.com/leaders/2020/08/29/mexicos-president-shows-how-not-to-handle-a-scandal?frsc=dg%7Ce

EN EL PRIMER AÑO DE AMLO, LICONSA AFECTA A LOS MÁS POBRES

 

En 2019 quitan leche subsidiada a casi 500 mil, con lo cual incumplen meta de cobertura, revela auditoría de la Función Pública. Otro documento interno de Liconsa revela que, además, en municipios en extrema pobreza suben 150% el precio del litro

 
Fotografía: Lucía Vergara 

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Liconsa dejó fuera del reparto de leche subsidiada a más de 478 mil mexicanos en situación de pobreza, incrementó 150% el precio del litro a los más pobres y eliminó de su lista prioritaria de abasto a 67 de los municipios con mayor marginación del país que recibían el lácteo a tarifa preferencial.

Todo esto ocurrió en 2019, el primer año del actual gobierno federal, cuyo lema ha sido “Primero los pobres”.

Una auditoría realizada a inicios de 2020 por el Órgano Interno de Control de la propia Liconsa revela que al cierre del ejercicio 2019 se había atendido con leche subsidiada a 5 miIllones 871 mil 236 personas en condición de pobreza, pese a que la meta había sido la de alcanzar los 6 millones 350 mil beneficiarios, que era la cobertura lograda un año antes, el último de Peña Nieto. Es decir, se dejó sin leche a más de 478 mil mexicanos.

La cobertura alcanzada en 2019 fue, además, la más baja en una década. En 2010 el abasto de leche superó los 6 millones de beneficiarios y en 2013 llegó a un récord de 6 millones 490 mil, según cifras auditadas y validadas por la Auditoría Superior de la Federación.

Desde antes de las 6 de la mañana, personas formadas esperan tramitar su tarjeta en el Estado de México. 
Fotografía: Lucía Vergara

Los directivos de Liconsa  habían fijado como meta suministrar en 2019 leche a precio subsidiado a 3 millones 829 mil mujeres pero sólo se atendió a 3 millones 466 mil, con lo que se dejó fuera a 363 mil, según cifras de la auditoría interna efectuada a la Dirección de Operaciones de Liconsa, de la que Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) tiene copia.

Auditoría del Órgano Interno de Control en el que se detalla la reducción de personas atendidas en 2019 con el abasto de leche de Liconsa, así como el recorte del padrón. VER EL PDF.

La revisión refiere que tan sólo en 12 centros de distribución del país se recortó del padrón a 983 mil personas que antes recibían leche y, en contraste, se dio de alta a otras 756 mil.

Esto significó la pérdida -tan sólo en esos 12 estados- de 227 mil beneficiarios del padrón de cobertura.

La baja de beneficiarios es un procedimiento para depurar y actualizar el padrón, con lo que reducen el riesgo de  malas prácticas o irregularidades. Pero la política de Liconsa es que las bajas se deben compensar con la alta de otras familias en pobreza.

El 20 de marzo de 2020, la titular del órgano interno de control de Liconsa, Blanca Leticia Ocampo, envió un oficio al director de Operaciones, Bernardo Fernández Sánchez, en el que le reportó las inconsistencias detectadas en los reportes del uso de las tarjetas de beneficiarios y en los indicadores del programa de abasto de leche subsidiada.

Posteriormente, en un oficio enviado el 8 de junio de 2020 al mismo órgano interno, la Subdirectora del Padrón de Beneficiarios de Liconsa, Olivia García, aseguró que se habían aplicado medidas para corregir las fallas detectadas por la auditoría y cumplir con la meta de cobertura. Como parte de esas acciones se programaron visitas de supervisión a cada centro de Liconsa, pero éstas tuvieron que ser suspendidas por la pandemia del COVID-19.

Tras los hallazgos de la auditoría por irregularidades en el abasto trascendió la renuncia al cargo de director de Finanzas, René Gavira, responsable de asignar presupuesto para la adquisición y el reparto de la leche.

Suben precio a los más pobres

Además de atender a menos personas, el Consejo de Administración de Liconsa decidió a mediados de 2019 incrementar el precio de la leche a los municipios con mayor marginación y pobreza del país.

El precio del litro a esos municipios era de 1 peso y a partir de julio de 2019 se elevó a 2.50 pesos, un incremento de 150%, según el acuerdo tomado en la sesión ordinaria 352 del 11 de junio del año pasado.

Además, el mismo Consejo decidió en esa sesión recortar el número de municipios cuya población recibía la leche subsidiada. De un listado de 616 municipios en los que se vendía la leche a un peso, el padrón quedó en 549 con el nuevo precio de venta de 2.50 pesos.

Se dejó fuera 67 municipios con elevada marginación, que equivale al 10% del padrón anterior. Entre las localidades que quedaron fuera están Atarjea, Guanajuato; Calakmul, en Campeche; Tamazula y Topia, en Durango; Carácuaro, Chinicuila y Churintzio, en Michoacán y Pinal de Amoles, en Querétaro, todos municipios con bajo índice de desarrollo humano.

Con esa medida se redujo el volumen de leche entregada a la población más marginada.

Extracto de la sesión del Consejo de Liconsa en la que se aprobó aumentar de 1 a 2.50 pesos el precio de la leche en los municipios más pobres del país. VER EL PDF

Entre enero y junio de 2019 se repartieron 17 millones 476 mil litros en 616 municipios de extrema pobreza en 21 estados y para la segunda mitad del mismo año (julio-diciembre) se redujo a 17 millones 271 mil litros en 549 municipios marginados de 18 estados. La reducción fue de 205 mil litros de un semestre a otro.

Si bien se redujo el volumen, el aumento del precio a la población más pobre permitió  a Liconsa elevar sus ingresos. En el primer semestre la dependencia cobró 17.4 millones de pesos por la leche subsidiada a un peso y para el segundo semestre captó 43.3 millones de pesos con la leche a 2.50, revela una segunda auditoría independiente encargada al despacho Salles, Sainz, Grant Thornton.

El abasto de leche Liconsa en 2019 fue el más bajo de la década. 

En 2020 continuó el programa de leche a 2.50 pesos en los municipios con mayor marginación, pero la cobertura se restringió todavía más, pues de 18 estados incluidos en 2019 se recortó a sólo 16. Los estados que quedaron fuera son Guanajuato y Nuevo León, que entre enero y abril del presente año no recibieron ni un solo litro en este programa destinado a la población más pobre.

Pese a que el aumento de precio se aprobó hace más de un año, no trascendió en los medios. Sólo el ex director de Liconsa, Héctor Pablo Ramírez Puga, comentó en su cuenta de twitter sobre el alza el 27 de junio de 2019, pero su mensaje sólo logró tres “likes”.

Liconsa vende su leche subsidiada en tres distintos precios: a 5.50 pesos el litro en su programa de abasto social en las lecherías ubicadas en colonias populares y zonas rurales; a 4.50 en Chiapas, Guerrero y Oaxaca (los tres estados con mayor marginación), y a 2.50 pesos en los municipios con extrema pobreza. Además, vende producto sin subsidio a particulares, como una fuente adicional de ingresos.

El argumento de Liconsa

La decisión de elevar el precio de la leche a los más pobres la tomó de manera unánime el consejo de Liconsa, con el argumento de que la tarifa de un peso por litro la había establecido la anterior administración federal de manera arbitraria, sin sustento, basada en una prueba piloto inicial en 150 municipios en 2016, que luego se extendió paulatinamente a más localidades hasta sumar 616 en 2018.

“Nunca hubo una medición real del impacto de la prueba piloto”, argumentó Ignacio Ovalle Fernández ante los consejeros en la sesión del 11 de junio de 2019, cuya acta fue obtenida por MCCI.

El Director de Liconsa dijo a los consejeros que ya no era posible mantener la política del precio de a un peso el litro de leche, por lo que sugirió incrementarlo a 2.50 el litro.

“Sobre todo porque se debe considerar que Liconsa también debe buscar rentabilidad financiera para tener recursos suficientes y continuar extendiendo el Programa de Abasto Social de Leche, ya que cuando menos debe duplicar la población atendida si quiere lograr el objetivo de eliminar la pobreza alimentaria para el año 2024”, argumentó Ovalle.

Donato Guerra es uno de los municipios más pobres del Estado de México y nunca ha recibido el subsidio que prometió el gobierno. 

Fotografía: Lucía Vergara

Con él coincidió el director adjunto de presupuesto de la Secretaría de Hacienda, Mario Alberto Domínguez Acosta: “Sin perder el aspecto social de la empresa (en referencia a Liconsa), se tiene que ver la rentabilidad de la misma, es decir, que un precio de esa naturaleza de un peso el litro sangra, porque cuesta”.

El aumento fue aprobado por unanimidad por el consejo de Liconsa, que preside David Monreal Ávila, coordinador de ganadería de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. Los otros consejeros que votaron a favor fueron: Mario Alberto Domínguez Acosta, de la Secretaría de Hacienda; José Luis García Baltazar, director de convenios de la Secretaría de Bienestar Social; Jorge Eduardo López Valdez, director de análisis de la Secretaría de Economía; Laura Itzel Castillo Juárez, de la Secretaría de Salud; Érika Poblano Sánchez, del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas; Ricardo Ramírez Valles, del Instituto Nacional de la Economía y Martha Albarrán Díaz, subdirectora de producción de lácteos.

Según el Director de Liconsa, la decisión de la pasada administración de ampliar a 616 municipios la cobertura de leche a un peso excedió a los 549 que por definición son los municipios objetivo que se encuentran en extrema pobreza.

Incluso, dijo que el gobierno anterior no atendía a los 616 municipios incluidos en el programa, sino que sólo daba cobertura a 576. Los consejeros decidieron eliminar a 72 municipios que no se justificaban e incorporaron a 45 muy pobres que no estaban considerados.

Con esos ajustes, a partir del segundo semestre de 2019 el abasto de leche a precio preferencial de 2.50 se limitó a 549 municipios.

Más bajas que altas

La auditoría del Órgano Interno de Control de Liconsa detectó que de enero a diciembre de 2019 se presentaron 1 millón 413 mil altas de beneficiarios en el sistema de control del padrón, pero en el mismo periodo se dio de baja a 1 millón 624 mil. Es decir, el padrón en vez de aumentar, se redujo.

Esto fue particularmente grave en 12 de los 33 centros de trabajo que Liconsa tiene en el país, en donde se reportó el mayor recorte del padrón.

“Si bien los centros de trabajo dan de alta a nuevos beneficiarios para compensar las bajas existentes, estas no son suficientes para mantener, alcanzar y cumplir las metas programadas”, advierte el informe de la auditoría.

Tan solo en 12 estados se han perdido 227 mil beneficiarios del padrón de Liconsa. 
Fotografía: Lucía Vergara

El mayor problema se presentó en la Gerencia Metropolitana Norte, que abarca el Estado de México y parte de la Ciudad de México, en donde hubo 443 mil bajas y sólo 288 mil altas.

Esa gerencia tenía la meta de atender a 1 millón 388 mil personas con leche subsidiada, pero sólo atendió a 1 millón 190 mil.

Además, al confrontar el padrón de esa gerencia con la base de datos nacional de la clave única de población (la CURP), los auditores descubrieron que había beneficiarios que recibían doble dotación de leche subsidiada.

Al cierre de febrero de 2019 había 367 mil 884 beneficiarios sin CURP y 17 mil con duplicidad de registro, y cuando los auditores hicieron en octubre una visita de supervisión encontraron que no se habían regularizado o corregido esas fallas.

La Gerencia Metropolitana Sur también tuvo en 2019 un saldo negativo: dio de alta a 126 mil beneficiarios en el padrón pero dio de baja a 152 mil.

El centro de Liconsa de Veracruz fue el que tuvo el peor resultado en cumplimiento de metas, pues para 2019 debió abastecer con leche subsidiada a 236 mil personas y sólo atendió a 163 mil, que equivale al 69%.

Rezago en reparto de tarjetas

Los auditores concluyeron que el incumplimiento en las metas establecidas para 2019 en el programa de abasto social de leche se debió al “desapego a la normatividad en los procedimientos que desarrollan los centros de trabajo y debilidad en la supervisión por parte de la Dirección de Operaciones”.

La revisión concluyó que los centros de Liconsa en Chihuahua, Guanajuato y Nayarit entregan sus reportes a los 5 o 6 meses de haber recibido las remesas de tarjetas de dotación de leche, pese a que la norma establece un plazo máximo de 4 meses.

En 28 de 34 centros de Liconsa que hay en el país se detectó un marcado rezago en el reparto de tarjetas.

La mayoría de beneficiarios de Liconsa pagan 22 pesos por una dotación de cuatro litros de leche. 
Fotografía: Lucía Vergara

Los responsables de 18 centros reportaron remesas de tarjetas correspondientes a 2017 y 2018 que al cierre de 2019 todavía no habían concluido de entregar.

Un caso grave fue el de Baja California, en donde en 2018 se programaron 9 mil canjes de tarjetas pero sólo se realizó la mitad, y el resto se repartieron hasta 2019.

De un total de 3 millones 40 mil tarjetas entregadas a los centros de trabajo en 2019, los auditores constataron que sólo 695 mil 858 se dieron con estatus de finalización al corte de ese año, lo que representa el 23% del total y un 38% de tarjetas con retraso en el reporte de máximo cuatro meses que indica la norma.

Este lunes se llamó a Liconsa para que fijara postura sobre los temas aquí revelados pero no hubo respuesta a la petición.

Nunca vieron el subsidio

Un recorrido de MCCI en tres poblaciones marginadas muestra que más allá de la auditoría o de las políticas que decide Liconsa y de las metas incumplidas de esta empresa gubernamental, hay testimonios de escasez, de precios mayores a los establecidos o que nunca llegó el descuento de costo a los más pobres.

Juan Carlos Rojas García y su familia atienden de manera voluntaria una de las tres lecherías de Donato Guerra, en el Estado de México. 
Fotografía: Lucía Vergara

 

Está por ejemplo el testimonio de María de Lourdes López Olvera, quien se encargó durante 22 años de la única lechería Liconsa en el Municipio de San José Villa de Allende, en el Estado de México, desde 1998 hasta que renunció el pasado mes de abril.

Villa de Allende es uno de los municipios más pobres del Estado de México, con marginalidad alta. El 81 por ciento de sus habitantes se encuentran en situación de pobreza, incluido 28.5 por ciento en pobreza extrema.

En este municipio se llegaron a distribuir hasta mil 500 litros de leche cada tercer día, y fue incorporado en junio de 2018 en el programa «A peso el litro» para que su población pudiera comprar la leche Liconsa a este precio. Sin embargo, sus pobladores nunca vieron ese subsidio.

De 616 municipios en el país con subsidios, hoy quedan 549. 
Fotografía: Lucía Vergara.

«Nunca ha habido ese movimiento de que a uno le den un precio y a otra persona otro. No, ha sido mala información, porque en los años que tengo siempre ha sido oficial (el precio)», señala María de Lourdes.

«El gobierno no sé por qué dice así, usted va a venderla al precio y nada más». 

Hoy Liconsa entrega 680 litros por día, tres veces por semana, con un precio de 5.50 pesos el litro en la única lechería del Municipio, desde donde distribuyen a las comunidades de San Jerónimo, Barrio del Rosario, Santa María y San Francisco de Asis, a kilómetros de distancia.

Los beneficiarios del programa no solo no pagan la leche más barata, sino desembolsan 50 centavos más por porción debido a la distribución.

«Todas estas comunidades están alejadas, no tenían la posibilidad de venir todas las personas hasta acá y (con) los promotores que venían se tuvo la oportunidad de llevar esa leche a su lugar», dice María de Lourdes.

«Ellos tenían que pagar nada más 50 centavos por bolsa, nada más por la gasolina, no por revenderla».

Aunque en 2019 el gobierno federal recortó de siete a cinco los municipios en el Estado de México que debían recibir el subsidio a precio preferencial, Villa de Allende sigue apareciendo entre ellos sin que sus pobladores reciban el descuento que la dependencia dice que otorga.

Otro municipio que han presumido los sexenios tanto de Enrique Peña Nieto como de Andrés Manuel López Obrador como parte del programa del subsidios, sin que se les aplique a su población, es Donato Guerra, también en el Estado de México.

Con 83 por ciento de población en pobreza, incluyendo 33 por ciento en pobreza extrema, Donato Guerra también fue incorporado en 2018 para que la leche Liconsa se ofreciera a peso el litro, y en 2019 a 2.50 pesos.

«El precio no ha variado de 5.50 el litro» señala Juan Carlos Rojas García desde su negocio de impresiones y copias en la cabecera municipal, donde lleva entregando la leche como voluntario desde hace 15 años.

Plácido, habitante de Donato Guerra, recibe cuatro litros de leche para seis personas desde hace seis años, sin que se le haga un descuento. Debe administrar 8 mil pesos mensuales para cubrir los gastos de sus familiares y gasta 264 pesos al mes en leche.

Debió gastar 48 pesos en Liconsa si se le hubiera aplicado el subsidio en 2018, y 120 mensuales a partir de 2019, pero en ningún caso se enteró siquiera del programa.

«Desde que me acuerdo nunca ha costado un peso el litro. Ayudaría que fuera más barato, pero eso ya no depende de mí», señala.

Sufren escasez

La lechería del Barrio Jugueteros, en Chimalhuacán, Estado de México, sufrió en agosto escasez de distribución en más de mil litros diarios de leche, lo que perjudicó a los beneficiarios.

Chimalhuacán es el tercer municipio más poblado del Estado de México y cuenta con 44 puntos desde donde distribuyen la leche Liconsa.

La segunda semana de este mes redujeron el volumen de litros entregados, que regularmente es de mil 640 litros diarios, y para la tercera semana llegaron menos de la mitad de litros para los pobladores. 

La lechería de Barrio Jugueteros, en Chimalhuacán, sufrió escasez de más de mil litros diarios durante 10 días. 
Fotografía: Lucía Vergara

«No avisaron nada, quitaron la leche. Intentamos distribuir a la gente, pero era imposible», señala Luis Francisco Granados, encargado de la lechería número 1503110100.

Granados pidió a los beneficiarios reportar la falta de litros a las autoridades y así evitar la escasez.

«Hubo una reducción de más de la mitad, quitaron más de mil litros, duró varios días, pero gracias a las autoridades correspondientes a las cuales se les hizo el reclamo justo que era hablar por teléfono, mandar mensajes, e-mails de parte de la comunidad, nos hicieron el favor de regresarnos el litraje que retiraron. Yo no hubiera podido solo», señala.

Solo en Chimalhuacán hay 44 puntos de distribución de Liconsa. 

Beneficiarios señalaron que más de una vez se quedaron sin leche, sobre todo en los turnos entre las ocho y nueve de la mañana.

«En estos días tan difíciles que estamos viviendo, que estamos pasando, nos quieren quitar la leche. Es lo único que nos ha ayudado por años. Había días en que alcanzaba dos bolsas, una, pero (ahora) nada, el bote vacío», dice la señora Maura, «con lo que ganamos no nos alcanza para la leche de la tienda».

Juan José Guitérrez Tavira, fabricante de chocolate artesanal que vende en las lecherías de Chimalhuacán, señaló que hay más puntos de distribución de Liconsa en este municipio donde también ha registrado escasez y usuarios que no alcanzan a comprar leche. 

Fuente:
https://contralacorrupcion.mx/aumento-precio-leche-liconsa-2020/

 

La estrategia para que más mexicanos superen la pobreza (II): Incentivos para ser más productivos

 

Enrique de la Madrid

PERFIL 

La estrategia para que más mexicanos superen la pobreza (II): Incentivos para ser más productivos

La estrategia para que más mexicanos superen la pobreza (I)

Noticias falsas, teorías de la conspiración y polarización política

Recientemente entrevisté al Dr. Santiago Levy en el programa de televisión que conduzco, Ahora Futuro; México y el Mundo, para abordar el tema de la pobreza. En este artículo y en el de la próxima semana, compartiré con ustedes un resumen de lo que conversamos.

El Dr. Levy me platicó cuáles han sido las estrategias que hemos seguido como país para ayudar a los mexicanos a superar la pobreza. Hasta mediados de la década de los noventa, en México nos enfocamos principalmente a subsidiar el precio de alimentos básicos, como la tortilla, y a repartir otros alimentos, como la leche, para apoyar la subsistencia de las personas, lo que tuvo muy poca incidencia en la reducción de la pobreza ya que esta condición no se supera únicamente con acceso a alimentos. Aunque algunas personas comían mejor, esto no les servía de mucho porque tenían serios problemas estomacales o infecciosos que les impedían aprovechar adecuadamente los nutrientes. Además de eso, muchos no iban a la escuela y esto complicaba que superaran la pobreza, pues no tenían la capacitación ni la visión necesaria para salir de ella. 

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De acuerdo con Santiago Levy, a partir de 1997 la estrategia cambió con la creación del programa “Progresa”, que en lugar de subsidiar alimentos se enfocó en mejorar las capacidades de las personas al fomentar la educación y la salud de los niños. Progresa entregó apoyos monetarios condicionados para mejorar la alimentación de las familias. Para recibir los recursos, los niños tenían que acudir a la escuela, a revisiones médicas periódicas, a las campañas de vacunación y en cierta medida comprobar una correcta nutrición. Así se fomentaba que los jóvenes tuvieran más y mejor acceso a educación, nutrición y a servicios de salud que los que llegaron a tener sus padres, de forma que se rompiera la inercia de transmisión intergeneracional de la pobreza. El principal objetivo eran los niños y los adolescentes, pero también había atención médica y orientación para los padres.

Además, el dinero no se desperdiciaba en subsidiar el precio de alimentos para quien no lo necesitaba, por lo que los recursos se focalizaron mejor y por eso se otorgaba un mayor apoyo económico a las familias que más lo necesitaban.

El programa se mantuvo por 20 años y trascendió diferentes administraciones. Cada una de ellas intentó mejorar algunos componentes del programa e incrementar el número de beneficiarios, también cambiándole el nombre, pero el espíritu del proyecto era el mismo. De acuerdo con el Dr. Levy, en 1997 el programa atendió a 300 mil familias y para 2018 el número de beneficiarios se elevó a seis millones y medio de familias mexicanas, en un país que cuenta con alrededor de 25 millones de familias. Esto significa que con un costo del 0.4% del PIB, se atendía a una cuarta parte de ellas, siendo una inversión muy rentable.

El Dr. Levy me habló sobre las muchas mediciones que evidencian el éxito del programa. Algunos ejemplos son el haber logrado reducir la morbilidad de las familias en pobreza, mejorar su estado nutricional, reducir la pérdida de días de escuela y trabajo (por enfermedad), un mayor consumo de vitaminas, fomentar dietas más balanceadas, mejoras importantes en la escolaridad de la población, y más niños superando grados escolares. El éxito del programa impulsó a que alrededor de 40 países de Latinoamérica, África y Asia, con la misma problemática, lo emularan. En Brasil, por ejemplo, lo implementaron con el nombre de “Bolsa Escola” y luego se lo cambiaron a “Bolsa Familia”; en Colombia lo denominaron “Familias en Acción”; y en Ecuador lo llamaron “Bono de Desarrollo Humano”.

La actual administración de México canceló el programa y ahora sólo se entregan becas educativas, mientras que los apoyos económicos para las familias más vulnerables ya no están condicionados a la asistencia de los más jóvenes a revisiones médicas periódicas y a la escuela. Por ello y a mi parecer, es evidente el riesgo de que los niños que se encuentran en pobreza obtengan una alimentación y un cuidado a su salud más deteriorados de los que tuvieron sus padres cuando fueron niños, lo que afectará severamente su desarrollo y sus capacidades para el resto de la vida. Conforme se publiquen las evaluaciones a los diferentes programas de la administración actual, podremos determinar si estos cambios en la política pública resultaron positivos o negativos.

Como acertadamente señala el Dr. Levy, si bien el programa Progresa fue exitoso en el objetivo de incrementar las capacidades en los hijos de las familias más pobres, no logró reducir la pobreza significativamente pues nos faltó mejorar las condiciones para que los mexicanos pudieran convertir ese incremento de capacidades en un incremento de ingresos. Sobre ello tratará mi siguiente artículo.

Todos los ciudadanos mexicanos somos responsables y debemos trabajar en la construcción de nuestro futuro y el MÉXICO QUE TODOS QUEREMOS asegurando el constante fortalecimiento de la democracia, el estado de derecho y el bienestar social equitativo y sustentable.

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