La sociedad: si no es con el PRI, ni con el PAN, ¿será con Morena?

14 Views

Óscar Mario Beteta

La valoración del cuerpo estatal, social, institucional que presentó Mexicolectivo, puede ser fundada. El enfermo y el diagnóstico son los mismos. Los síntomas que detecta son graves. Lo inaplazable es determinar quién y cómo lo va a salvar.

La contribución que ha querido hacer el Colectivo por México al país, limitada a un diagnóstico de los grandes problemas nacionales de los que cada ciudadano es consciente y no pocas veces víctima, será una más si no se la coloca en perspectiva de materialización por cualquier vía.

Las ideas de cambio para mejorar, contenidas en el documento “Punto de Partida”, presentadas por los integrantes de ese nuevo grupo, pueden ser un imperativo categórico generalizado, considerando la visión de país que ofrecen. Pero las buenas ideas, el conocimiento, la contemplación, las proposiciones no sirven a nadie de nada si no se llevan a su realización.

La política, por sobre todas las cosas, es acción; la mejor, es la que se hace procurando el bienestar de los demás. Mexicolectivo y cuantos colectivos quieran transformar al país verdaderamente, deben tener eso presente.

La percepción de país, hecha por personajes que han desempeñado cargos públicos importantes por décadas no tiene puerto de llegada. Fue presentada y prácticamente abandonada; ninguno de los oradores detalló la manera de darle seguimiento, apoyarla o fortalecerla.

Remarcar la polarización, la corrupción, el mal uso de los recursos públicos y el autoritarismo, como lo hicieron notar diversos oradores el lunes pasado, es una pérdida de tiempo; eso es sobradamente sabido de todos.

Referir, como lo subrayaron, que el país tiene un amplio déficit de paz, desarrollo, seguridad, justicia, gobernabilidad, salud, educación, cultura, calidad de vida e igualdad, es ocioso; en cualquier medida, eso es algo que sufren a diario millones de mexicanos.

Recordar que la economía no va de lo mejor, que el empleo no es suficiente ni bien remunerado; que no tenemos una alta productividad, pero sí un medio ambiente degradado y muchos problemas que involucran a mujeres, niños y personas mayores, es remarcar los males.

La valoración del cuerpo estatal, social, institucional que les llevó meses, puede estar bien fundada enunciativamente, pero lo que deberían seguir haciendo es tratar de vincularla a todas sus posibilidades de concreción. El enfermo es el mismo, el diagnóstico es el mismo. Los síntomas que ellos detectan pueden ser graves y alarmantes. Lo indispensable e inaplazable es determinar quién y cómo lo va a salvar.

Clarificar, definir y dar este paso, debería implicar el propósito de obligar de algún modo a los dirigentes de los partidos y a los candidatos presidenciales —en su momento—, a que sean conscientes de la realidad que vive México y de las soluciones que reclama.

El Proyecto de Nación que cada uno ofrezca con la intención de gobernarla, se vería enriquecido con muchas de las ideas de la llamada sociedad civil que hoy, más que nunca, clama por ser incluida en la solución de la problemática nacional. Soslayarla sería un error muy grave.

El apartidismo que caracteriza las evaluaciones del país desde la óptica de varias agrupaciones; la pluralidad de pensamiento sobre las que suelen descansar y la necesidad de cohesionar a la colectividad con la clase política en la persecución de objetivos comunes, debería inducir a los actores públicos a incorporar ideas de ciudadanos dispuestos a aportar y a apostar por una mudanza real.

Invariablemente, quienes quieren y buscan el poder, ofrecen todo, con tal de que la gente vote por ellos; hoy, pueden tener la oportunidad de considerar las proposiciones, proyectos y planes que esta desea concretar y empezar a ganar consenso y respaldo para el día de la cita en las urnas.

Incluir a la ciudadanía en su oferta político-electoral a partir de sus propias necesidades y responder a ellas, verdaderamente, redefiniría la relación gobernantes-gobernados y abonaría bastante a construir la democracia que es deseo de todos para ser y estar mejor.

¿Será que por primera vez en la historia política de este país se nos tome en cuenta por el momento y la difícil situación que se vive? Marcaría un punto de inflexión… y un nuevo comienzo.

Sotto Voce.– Después de su exilio dorado en Londres, una de las metrópolis más caras del planeta, regresa la “experta comunicóloga” Alejandra Sota —muy cuestionada y probablemente investigada—, para “asesorar” a Claudia Ruiz Massieu en sus aspiraciones presidenciales. ¿Quién de sus enemigos se la habrá recomendado?

This content was originally published here.

No comments

Todos los ciudadanos mexicanos somos responsables y debemos trabajar en la construcción de nuestro futuro y el MÉXICO QUE TODOS QUEREMOS asegurando el constante fortalecimiento de la democracia, el estado de derecho y el bienestar social equitativo y sustentable.

Aviso de Privacidad

es_MXEspañol de México
es_MXEspañol de México