Esta es una de las principales causas de muerte en la entidad, después de las enfermedades cardiacas y desde el 2020 el COVID-19.
De acuerdo a información del Sistema Nacional Epidemiológico, esta enfermedad crónico-degenerativa sigue activa y al alza en Coahuila. Según cifras oficiales, cada día se diagnostica un promedio de 33 casos.
Las mujeres son el grupo de personas con mayor frecuencia de diabetes; de los 3 mil 776 casos, acaparan el 66 por ciento. Entre ellas están 117 mujeres embarazadas, lo que complica más tanto el padecimiento como el tratamiento.
Por ello, pese a la emergencia sanitaria que trajo la pandemia de COVID-19, los programas de prevención, detección y control de la diabetes continúan activos en el estado, aunque la participación de la ciudadanía se detuvo mucho el año pasado, en parte por el miedo a acudir a los centros de salud.
En el último reporte de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, se indicó que la prevalencia de la diabetes es de 12.3 por ciento en población mayor de 20 años.
Y Coahuila se posicionó en el cuarto nivel nacional en el Índice de Calidad en la Atención de la Diabetes (ICAD), que mide la retención del paciente, consulta efectiva e impacto en salud.
Aunque la detección es en su mayoría en personas adultas, la Secretaría de Salud en Coahuila ha indicado que cada año se registra un promedio de cien casos de diabetes en personas menores de 17 años.
El secretario de Salud, Roberto Bernal, explicó que esto se debe a la mala alimentación y a la falta de actividad física, como factores primarios.
Los factores de riesgo son el sobrepeso, obesidad, mala alimentación y una vida sedentaria.
El Instituto Mexicano del Seguro Social describe a la diabetes como una enfermedad en la que el organismo no puede generar insulina.
La insulina se utiliza para regular el uso del azúcar en el cuerpo.
Aumento de sed, cansancio, visión borrosa, náuseas, deseos de comer grandes cantidades y coloración negruzca en cuello y codos son parte de los síntomas.
Aunque esta enfermedad cuenta con tratamientos, es solo para su control, no para erradicarla.
De acuerdo a información del IMSS, con el paso del tiempo se pueden generar enfermedades cardiacas y trastornos de huesos.
Además, existe el riesgo de tener emergencias médicas si los niveles de azúcar son muy altos o bajos en la sangre.
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